El sueño de mi vida, era ir alguna vez a Japón a visitar el país, pero muy especialmente una ciudad: KIOTO.
Un día cuando mi hijo tenía unos 12 años me dijo: --Mamá no te preocupes que tú iras al Japón porque vendrás a verme a mi. Entonces me reí, más tarde pasé por una etapa de llanto continuo cuando me dijo que se iba a vivir a ese país, hoy no es que lo tenga asumido, creo que una madre nunca asume que su hijo este en el otro lado del mundo y que solo lo pueda ver de cuando en cuando pero es mayor de edad y es la vida que ha escojido, así que la afirmación de mi hijo se hizo realidad y puedo presumir que por ahora mi sueño lo he conseguido ya por duplicado y el año que viene ya será por triplicado y espero poder ir muchas veces más.
Aunque mi hijo vive en Tokio, él que sabía de mi pasión por la ciudad de Kioto y la primera vez que fui a visitarlo me tenía preparado un viaje a esa ciudad.
Panorámica de Kioto
En Kioto no esperes encontrar grandes rascacielos, al contrario que Tokio u otras ciudades de Japón está prohibido solo pueden construir hasta cierta altura.
Kioto significa "Ciudad capital" fue la capital de Japón desde el año 794 hasta el 1868, cuando que el emperador Meiji decidió trasladar la capital a Tokio.
Kioto conserva el mayor patrimonio histórico, artístico y arquitectónico de Japón porque durante la II Guerra Mundial fue la única ciudad japonesa que los Estados Unidos no bombardearon. Esta ciudad fue nombrada "Patrimonio de la Humanidad en 1994.
Templo Kiyumizudera
Fuimos de Tokio a Kioto en el tren bala, otra sorpresa que me tenía reservada mi hijo. El tren bala va a una velocidad de entre 250 k a 300 k. hora, pero ni se nota, parece que estés completamente parado, si no fuera porque desde la ventanilla se ven pasar los paisajes rápidamente. El recorrido Tokio a Kioto es de unos 600 K. que hicimos en menos de tres horas.
Tren Bala
Cuando por fin puse los pies en el suelo de Kioto al bajar del tren, no me lo podía creer, estaba como en una nube, sentía que ese sueño era de verdad un sueño y que aquello no estaba pasando.
En dos días nos recorrimos las cosas más importantes, estuvimos en el Palacio Imperial, los templos Kinkaku-Ji y Ginkaku-Ji más conocidos con los templos de de Oro y de Plata, el Templo Kiyumizudera con un barnadal de grandes pilares echo de madera que resiste el tiempo y el clima, el santuario sintoísta Fushimi Inari-taisha conocido por un camino realizado por miles de toris rojos que te llevan hasta el santuario situado arriba de una colina, el templo Toji uno de las más antiguos de Kioto y que tiene la pagoda de 5 aleros, la más alta de Japón.
Templo Kinkaku-ji o templo de oro
Pero lo más importante y lo que más ilusión me hacía era ir al barrio de Gion, conocido porque allí se encuentran las más importantes Okiyas los albergues o casas de las geishas que son donde se alojan y aprenden a maquillarse, vestirse, Sadö (ceremonia del te), tocar instrumentos tradicionales como el shamisen o shakuhachi, canciones tradicionales, baile japonés clásico, literatura, poesía, Ikebana (arreglos florales)... y toda clase de artes.
Calle del barrio de Gion
Aunque quedan ya muy pocas Okiyas en ellas no se puede entrar, nadie está autorizado ha hacerlo, solo pueden entrar las Maikos (aprendizas de geisha), las geishas, la Okasan que es la jefa de la okiya y la que gestiona las carreras de las greishas, me tuve que conformar con ver solo la entrada pero con eso ya fui feliz.
Portal de una Okiya
Geisha al contrario de los que muchos piensan o creen por causa de la literatura o el cine, significa: Artista Tradicional Japonesa; cada vez quedan menos y las pocas que aún hay viven en Kioto.
Una Maiko por las calles de Gion
Giön es un barrio tradicional japones que aún conserva sus casas bajas hechas de madera y bambú, recorrer ese barrio es como entrar en un túnel del tiempo y retrotraerte a varios siglos atrás. Hay una creencia errónea acerca de que Gion fue un distrito de prostitución. Sin embargo, en realidad fue un distrito de geishas y puesto que una geisha es una artista tradicional y no una prostituta, Gion no es ni ha sido nunca un distrito de burdeles. En Kioto, como en toda gran ciudad, sí hay y hubo prostitución, siendo el barrio de Shimibara en donde se encontraban las prostitutas.
Para mi pasear por Gion fue como volver a casa, no me sentía extraña, era como si aquellas calles las hubiera recorrido cientos de veces e incluso las personas con las que me crucé, algunas vestidas con sus kimonos tradicionales, me saludaban con una inclinación de cabeza y una sonrisa, cosa realmente rara en un japonés que son casi inexpresivos.
Kioto para mi es la ciudad más bella de todo Japón y una de las mas bellas de todo el mundo y siempre que vuelva a ese país pienso ir a pasar unos días, para empaparme el corazón y el alma de toda la belleza, paz y sosiego que me trasmite.
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