Hasta ahora para disfrutar de la naturaleza, respirar aire puro y pasar un fin de semana de paz y tranquilidad, las opciones más habituales eran el camping o la acampada libre o vivac. Ambas prácticas permitían alejarte de la ciudad, huir de la contaminación y aparcar las preocupaciones. El único problema que presentaban estas formas de turismo eran la falta de gloamour, la obligatoriedad de dormir en lugares incómodos y la imposibilidad de mantener una higiene completa.
Pero eso se acabó. Con la llegada del glamping, el camping y la montaña cobran valor y sofisticación. Las tiendas de campaña se dotan de todas las comodidades de un hotel de lujo y se pueden instalar en cualquier parte. Algunas de estas instalaciones son fijas y se encuentran en medio de la Naturaleza o son móviles y se instalan según las preferencias del viajero. Esta forma de viajar ha comenzado a hacerse un hueco en países tan exóticos y especiales como Indonesia, África y Chile, y ahora llega a España para revolucionar el turismo rural.
En muchas ocasiones, los alojamientos tipo glamping son el resultado de reciclar una antigua caravana, casa de árbol o choza de leñadores y se funden con la naturaleza y explotan temáticas ligadas a la ecología y las riquezas geográficas del lugar.
Al ser instalaciones de lujo en ellas puedes encontrar muebles de diseño, sábanas de seda, aire acondicionado, wifi, televisores de última generación, bañeras de hidromasaje... y hasta un mayordomo que te lo tendrá todo a punto mientras disfrutas de la naturaleza, haciendo senderismo, bicicleta de montaña o piragüismo.
Eso sí como todo las cosas de lujo los precios son bastante altos, el más barato ronda los 250 Euros por persona y día.
Entra en la web "Mundo Glamping" para ampliar la información
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