El año pasado estuve en Santa Fe, un pueblo a 11 kilómetros de Granada, donde elaboran unos pastelillos que son una verdadera delicia llamados "Piononos de Santa Fe".
Según me contaron en esa población, estos pastelillos son de origen morisco y los hizo populares Ceferino Isla en honor de Pío IX al cual admiraba profundamente por haber declarado el dogma de la Inmaculada Concepción. Este Papa era conocido popularmente como Pío Nono de ahí el nombre de los pasteles.
El pionono se compone de dos partes: una fina lámina de bizcocho enrollado formando un cilindro (la base del pastel), «emborrachado» con algún tipo de líquido muy dulce que le da una textura agradable y fresca, coronado con crema tostada y pretende representar la silueta de la cabeza cilíndrica del papa.
No es nada empalagoso, ligero y muy apetecible por lo que se puede comer a cualquier hora del día.
En algunos países de América son también llamados piononos a una masa básica de repostería, que consiste en una fina lámina de bizcochuelo, la cual se rellena con dulce de leche, frutas, o crema chantillí (pionono dulce), o con fiambres, mahonesa, etcétera (pionono salado), enrollándola hasta formar un cilindro.
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